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Parque del Plata- Uruguay

jueves, 30 de agosto de 2012

Canicas, rueda y trompo: modelos del juego divino









Las Canicas:


Somos pequeñas esferas de alabastro, arcilla o metal que utilizadas en numerosos juegos infantiles; por lo tanto somos consideradas muy entretenidas y divertidas por grandes y chicos. También se denomina así a los juegos en los que nos utilizan. Dicho juego es prácticamente universal y las reglas se repiten en casi todo el mundo.


Aunque existen muchas variantes, la esencia del juego es lanzar una o varias de nosotras para intentar aproximarnos hasta que toquemos a una canica de otro dueño, y luego pasar un obstáculo o aproximarnos a un lugar estipulado. Cuando alguien gana una mano se suelen tomar las canicas del otro jugador o de los jugadores contrarios.


Se nos dice que nuestra forma esférica es causada por pasarnos la vida girando y girando, que la mente tiene forma de esfera y está conformada por infinidad de cristales.



La Rueda:


Soy una pieza mecánica circular que gira alrededor de un eje, cuando no tengo eje se me considera un aro. A veces soy considerada una máquina simple, y formo parte del conjunto denominado elementos de máquinas.


Me siento muy orgullosa cuando un niño camina o corre grandes distancias conmigo guiándome con un palito. Mi forma es la que marca el movimiento en el universo, y cuando estés en grado tercero aprenderás que la luna gira alrededor de la tierra, la tierra alrededor del sol, y el sol alrededor de un sol mayor.


Las ruedas pueden enumerarse de acuerdo a su importancia, de la manera siguiente:


La rueda el universo o la suma total de todas las estrellas y; sistemas estelares.


Una rueda cósmica o un grupo de siete constelaciones, divididas en 49 grupos.


Ruedas del sistema o la vida atómica de las constelaciones individuales. Se dividen a su vez en 343 grupos.


Una rueda planetaria que se expresa de 10 maneras.


“Ruedas dentro de ruedas, esferas dentro de esferas, cada una sigue su curso y atrae o rechaza a su hermano, aunque no puede escapar de los brazos envolventes de la madre.


“Cuando las ruedas de la cuarta dimensión, de las cuales nuestro sol es una y todo lo que es de fuerza menor y número superior, tales como los grados octavo y noveno, giren sobre sí mismos, se devoren unos a otros, se vuelvan desgarrando a su madre, entonces la rueda cósmica estará preparada para girar más rápidamente.”



La Peonza:


Soy un cuerpo que puede girar sobre una punta en la que tengo mi centro gravedad de forma perpendicular al eje de giro, equilibrándome sobre un punto gracias a la velocidad angular, que permite el desarrollo del efecto giroscópico. De múltiples formas y variando de función existen numerosas peonzas en nuestra familia: podríamos decir que los masculinos son trompos, y las femeninas somos perinolas,


Me hacen girar con la mano, normalmente gracias a un saliente en vertical que permite imprimir la fuerza angular. También he sido utilizadas para juegos de azar y para realizar profecías y otros rituales. Facilito el trabajo en equipo, el dar y el recibir, cuando en cada una de mis caras colocan: TOMA UNO, TOMA DOS, TOMA TODO, PON UNO, PON DOS, TODOS PONEN.


Se dice de mí que soy la modelo del verdadero átomo al realizar en mi misma los tres movimientos: rotatorio, circular y espiral.


Tomado de:http://maestrosyguiasdelaluz.blogspot.com/2011/03/juguetes-espirituales-por-maestros.html

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