El yoga para dos exige confiar en el otro, apoyarse en el compañero/a, sujetarlo, estirarlo...el contacto corporal es reconfortante e incide positivamente en nuestra afectividad. Esta actividad proporciona seguridad a ambos.
A nivel emocional también nos aporta ventajas, según el psicoanalista Reich de alguna forma los músculos son una barrera defensiva contra las emociones (coraza muscular), los músculos tensos y contraídos involuntariamente encierran sentimientos reprimidos lo cual provoca dolor y problemas afectivos, cuando esa musculatura se relaja las emociones afloran, esto equivale a energía aprisionada durante mucho tiempo. El yoga en pareja, a través de los estiramientos, técnicas de relajación y el contacto corporal contribuye a liberar esa energía, facilita romper esas barreras defensivas.
Los psicólogos afirman que durante toda la vida necesitamos ese contacto, desde niños lo requerimos para desenvolvernos con confianza y desarrollar una autoestima positiva. Sentir que otra persona te protege o te apoya es reconfortante, relaja y produce bienestar; está relacionado con la afiliación lo cual según investigaciones de psicólogos sociales, reduce la ansiedad.
La práctica del yoga incide directamente en nuestra respiración, ésta durante la práctica ha de ser amplia, tranquila, la tensión en nuestros músculos es un obstáculo para ella, una espiración lenta y prolongada nos relaja y facilita que en nuestro organismo entre una mayor cantidad de energía. La respiración tranquila favorece el sosiego de nuestra mente por la relación entre respiración y estado emocional ya que podemos influir voluntariamente en ella modificando su amplitud, ritmo, etc. Incluso una respiración adecuada por sí misma puede mejorar la postura
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